Ruta0.com es una comunidad de viajeros de Argentina y Sudamerica, apasionados de las rutas y de conocer nuestra tierra, donde nos reunimos para contar experiencias y aprender de las de los demás.

Torres del Paine Lunes 13/11/2017

La Patagonia chilena profunda

Un viaje a fondo por el Parque Nacional Torres del Paine

Si cruzamos la cordillera de los Andes hacia Chile por El Calafate nos encontramos con un sector donde la gran cadena montañosa americana se reduce a cerros bajos y ondulados. Se atravesa durante cinco horas las soledades esteparias para llegar al atardecer al Parque Nacional Torres del Paine por una carretera de ripio en buen estado, que divide la planicie desierta en dos mitades de pastos ralos y arbustos de calafate.

En los primeros kilómetros dentro del área protegida aparecen centenares de guanacos, unos cuantos ñandúes, alguna mulita, cauquenes en pareja haciéndose arrumacos con el pico, avutardas de pico curvo y dos cóndores.

Hay 35 majestuosos pumas en el parque y ningún animal lo puede cazar, ni siquiera el hombre: es el rey de la estepa.

El Parque Nacional Torres del Paine mide 242.000 hectáreas y tiene zonas de interés distantes una de la otra. Por eso lo ideal es recorrerlo con tiempo, alojándose en diferentes hoteles que sirven de base para cada sector.La primera parada en la zona centro-este es iniciar la caminata de un día más espectacular del parque, hasta la base de Las Torres del Paine. Son ocho horas ida y vuelta por la ladera de la montaña, cruzando puentes sobre arroyos que conducen a bosques tan tupidos, que no dejan ver el cielo. El último tramo, si bien carece de peligro, es empinado entre grandes rocas y extenuante.

Pero al llegar a la cima aparece en un descomunal anfiteatro de piedra a orillas de una laguna color turquesa: frente a nosotros, detrás de las aguas, se levantan las monumentales torres de liso granito como flechas apuntando a los dioses. La sucesión de torres unidas por un cordón parece un fragmento de la Gran Muralla China aumentado 100 veces. En la zona norte del parque se puede navegar hasta el glaciar Grey, remar en kayak a metros de su pared de hielo y regresar a hacer trekking por la península, en el extenso arenal negro de una playa al borde del lago, donde varan témpanos del glaciar hasta desaparecer. Allí se pueden dar el gusto de tocar su rugosa superficie helada y dar vuelta uno pequeño por puro gusto y ver cómo son por debajo.

Otra zona a recorrer es la del Río Serrano donde se pueden observar los Cuernos del Paine y los caracoleos del río cruzados por una manada de caballos.

Un camino de ripio caracolea por una ladera boscosa hasta llegar rodeando el lago Toro. La siguiente zona. Se puede descender la ladera con un guía para remar 15 minutos hasta una isla en el lago Toro. Allí se puede caminar hasta la parte alta de un acantilado para observar un nido de cóndores con cercanía de documental de fauna..

A lo largo de esta vasta zona de transición entre la estepa y Los Andes, la fauna sale al paso todo el tiempo como en un safari. Se vive momentos de contemplación solitaria en rincones de belleza zen, rodeados por extensas planicies vacías donde la mirada rueda sin obstáculos hasta el infinito, o por el contrario se choca de frente con la Gran Muralla de la Patagonia: las Torres del Paine.

Te puede interesar ver


Watch more!