La historia detrás de la Cuesta de Miranda
En el pasado, este camino era muy distinto al impecable asfalto que puede recorrerse hoy
La Ruta Nacional 40 une las ciudades de Villa Unión y Chilecito a través de la hermosa Cuesta de Miranda, un camino de montaña moderno y completamente asfaltado que brinda increíbles vistas y trepa hasta los 2000 metros de altura.
La traza original de la ruta fue realizada entre 1918 y 1928 por el ingeniero italiano Vicente Bolloli, a pico y pala. Esta ruta era un desafío sólo apto para valientes. Apenas más ancha que una mano, a la dificultad del ripio se le sumaban unas 320 curvas cerradas y angostas. En varias partes podía divisarse un precipicio que caía hacia la quebrada sin más protección que una baja pared de bloques de piedra. Encontrarse con un vehículo de frente en una curva implicaba que el que venía subiendo tendría que retroceder hasta un lugar que permita el paso seguro de ambos vehículos. Las lluvias estivales producían desprendimientos de arena que aflojaban piedras y caían sobre el camino. En el año 2011, una familia murió aplastada al caer una enorme roca sobre su auto.
A raíz de este accidente se decidió impulsar el proyecto de modernización de la ruta, que respetaba una parte de la traza original y agregaba una ruta alternativa, con pendientes mas suaves y menos curvas. Esta obra se terminó en el año 2015. Hoy la Cuesta de Miranda se encuentra asfaltada en su totalidad, ofrece una completa señalización horizontal y vertical, cartelería que indica atractivos turísticos, tercer carril de sobrepaso en tramos y curvas empinadas, defensas contra derrumbes y desmoronamientos, y paradores con estacionamientos que permiten dejar de lado el vértigo y ahora si poder admirar con total seguridad la majestuosidad de los cerros y la quebrada del Río Miranda.
