La clásica heladería Daniel vive su temporada alta en plena época de verano, si bien cada vez más se viene consumiendo en cualquier estación. El boom por los sabores artesanales repunta entre los favoritos de muchos. Descubrí sus mejores secretos.
No es novedad que la marca Helados Daniel es actualmente una de las heladerías caseras más renombradas en la ciudad. Con fábrica propia, dispone de recetas maestras personalizadas y algunas más adaptadas a cada temporada que resultan perfectas para los más diversos paladares que buscan sabores clásicos y evolución en cada carta de la casa.
Entre la innovación exclusiva de sabores, las variedades típicas más populares que gustan a todos por igual como el chocolate, la frutilla, la vainilla y el dulce de leche no pueden faltar, pero además se agregan delicias como sus clásicos de todos los tiempos entre los que destacan sus opciones de choco amargo belga, cheesecake de dulce de leche y banana Split, así como las novedades como Capuchino al caramelo, Sambayón de arándanos y Fruti Pause. Además, posicionan los imperdibles de la casa como el dulce de leche Bariloche, el Pistacchio blanco y el Chocolate Patagónico.
Aun así, la lista es bastante más larga y prometen una aventura en cada experiencia.
Ingredientes de calidad
En cuanto al proceso de elaboración de sus helados artesanales, este consta de varias fases, como la mezcla de ingredientes, pasteurización, enfriamiento, maduración y congelación del producto. Un trabajo que los distingue ampliamente de la competencia e incluye entre sus ingredientes trocitos de materia prima, como avellanas, frutas frescas, semillas, trocitos de chocolate puro, etc.
Uno de los puntos destacados es que este tipo de preparaciones son elaboradas de manera diaria en la fábrica, lo que asegura mejor textura y calidad de producto, así como más cremosidad. A la inversa de los productos industrializados que llevan una elaboración con espesantes, colorantes y potenciadores artificiales, acá prevalecen los ingredientes naturales. Y, además, son hechos en el día, contrario a la elaboración en serie, cada producto está hecho para ser consumido y no guardado.
Los helados artesanales de esta cadena de casas se componen de cremas frescas, frutas elegidas de estación, azúcar, pastas naturales y poca grasa. Una combinación que garantiza todo eso que un helado hecho a mano puede ofrecer al llegar a la boca.
También se tiene devoción por la receta, lo que garantiza un producto final a la altura de lo prometido, en suavidad, textura y sabor real. Sin duda, este tipo de helados artesanos son una alternativa por demás saludable, sabrosa y natural, para dejarse tentar al menos de vez en cuando.