Descanso a orillas del Paraná
Ramallo, en el norte bonaerense, con una amplia variedad de opciones.
Por la costa norte de la provincia de Buenos Aires, a la altura de Ramallo, el Paraná corre silencioso y poco transitado. La panorámica del río marrón y los verdes intensos de la reserva natural florecida junto a la orilla relajan la vista de entrada y, de a poco, ejercen su poderoso influjo sobre todos los sentidos.
Después de la impostergable visita al Museo Histórico Municipal cuyo diseño neogótico fue erigido en 1910 frente a la plaza Bustos y la casa de artesanías Las Macetas, cuna de delicados bordados, tejidos y vasijas, el entorno natural induce a improvisar un paseo, que sugiere su primera escala en la orilla del arroyo Las Hermanas, cuyo curso apacible se deshace en la cascada Manantiales, en medio de las parcelas de un camping.
El recorrido autoguiado encuentra otros matices en las barrancas del Paseo Costanero, un perfecto mirador al que conduce la avenida San Lorenzo para apreciar sin obstáculos el Paraná y sus islas, el módico movimiento que registra el puerto a toda hora y una playa de arena. Otra terraza inmejorable con vista al río es la plaza Del Estibador, decorada con los colores de los juegos infantiles.
Por las avenidas Obligado o San Martín se accede al Paseo del Puerto Arturo Jauretche, donde amarran embarcaciones y se levanta el Monumento al Pescador. Aquí se organizan actividades náuticas y salidas de pesca.
A 20 kilómetros de Ramallo se levanta el castillo construido por el poeta Rafael Obligado en honor a su esposa Isabel Gómez Lagenheim en 1896. Es uno de los mojones del circuito de turismo rural, que también abarca el sitio histórico El Tonelero, la estancia El Oratorio, de mediados del siglo XIX, y los pueblos Villa General Savio, El Paraíso y Pérez Millán.
A 7 kilómetros de Ramallo, la localidad de Villa Ramallo se destaca por sus instituciones deportivas, bares, pizzerías y una intensa actividad cultural, con base en la Biblioteca Popular Fortunato Zampa.
Mientras tanto, los fanáticos del automovilismo deportivo esperan que algún día se concrete la postergada creación de un museo dedicado al multicampeón piloto Juan María Traverso, uno de los más reconocidos hijos pródigos de Ramallo.
